
En mi reciente publicación en Clinvet, presento el caso de un Pastor de Shetland de cinco meses que acude a consulta con signos clínicos de atrofia cutánea, descamación y alopecia en zonas distales del cuerpo. Tras una cuidadosa evaluación clínica, exclusión de diagnósticos diferenciales y confirmación histopatológica, se diagnostica una dermatopatía isquémica, una enfermedad cutánea inmunomediada de origen vasculopático.
Las dermatopatías isquémicas forman un grupo de patologías caracterizadas por lesiones atróficas, ulcerativas, alopecia multifocal y alteraciones en la pigmentación. Se clasifican en cinco subtipos, incluyendo la dermatomiositis familiar canina. Estas lesiones suelen localizarse en áreas con escasa irrigación colateral, como orejas, cola y extremidades, donde la piel es más susceptible a la isquemia.
El proceso diagnóstico implica descartar otras afecciones comunes como la demodicosis, dermatofitosis o foliculitis bacteriana y realizar un estudio histopatológico de la piel.
El tratamiento que se emplea en este caso combina pentoxifilina con vitamina E, logrando estabilizar la enfermedad de forma efectiva.
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Espero que te resulte útil y, sobre todo, práctico para aplicar en tu día a día como clínico.